Oportunidades y desafíos para la reposición forestal en la Amazonia y el Cerrado
Un estudio realizado por Climate Policy Initiative (CPI/PUC-Rio) con el apoyo del Land Innovation Fund analiza la importancia del mecanismo de reemplazo forestal para la recuperación de los ecosistemas.
Más de diez años después de la publicación del Código Forestal brasileño, la aplicación del instrumento de reemplazo forestal sigue siendo ineficaz en los biomas de la Amazonia y el Cerrado. Esta es la conclusión de un nuevo estudio realizado por la Climate Policy Initiative/PUC-Rio, con el apoyo del Land Innovation Fund, publicado recientemente en el sitio web de la institución. Analizando la legislación forestal de los territorios de Acre, Amazonas, Maranhão, Mato Grosso, Pará, Rondônia, Bahia, Goiás, Mato Grosso, Mato Grosso do Sul, Minas Gerais, São Paulo, Piauí y Tocantins, la institución sostiene que la repoblación forestal se sigue aplicando bajo la lógica del suministro de materias primas para el mercado de consumo, en lugar de recuperar los ecosistemas.
Visite el sitio web del CPI para obtener más información sobre el estudio.
El reemplazo forestal surgió con el objetivo de garantizar las existencias a los grandes consumidores de materias primas procedentes de los bosques, a condición de que existiera una equivalencia entre el consumo de vegetación autóctona utilizada por la industria y la restitución de este material utilizado mediante la plantación. Con el tiempo, la ley se hizo obligatoria no sólo para los consumidores de vegetación autóctona, sino también para quienes promovían la supresión autorizada de vegetación para la agricultura, las infraestructuras y los usos alternativos del suelo. De este modo, se exigió el reemplazo forestal para todas las formas de deforestación legal.
En el estudio, Cristina Leme Lopes, responsable del proyecto, afirma que el reemplazo forestal debería ser un instrumento de compensación medioambiental por la pérdida de vegetación autóctona, pero en la práctica la ley sigue aplicándose bajo la lógica del suministro de materias primas forestales al mercado de consumo. Para la investigadora, es necesario un cambio de paradigma: abandonar el concepto de que el bosque es una "reserva de biomasa", y redefinir la sustitución forestal como "un mecanismo de compensación medioambiental por la pérdida de vegetación autóctona, biodiversidad y servicios ecosistémicos", añade.
Según los datos divulgados en el estudio, hubo un fuerte salto del 76% en la deforestación entre 2018 y 2021 en la Amazonía y una cifra récord de 4.408 km² deforestados en el primer semestre de 2023 solo en el Cerrado. El estudio también advierte que el área de vegetación suprimida es mucho mayor que el territorio en el que se está reforestando, teniendo en cuenta que en muchos estados las normas estipulan que es necesario restaurar solo un tercio del área por hectárea deforestada en el primer bioma y en el segundo, solo una quinta parte.
Aunque el Código Forestal es de ámbito federal, los estados tienen sus propias leyes, lo que hace que el diálogo con los estados tenga una importancia fundamental: "Si el objetivo del gobierno federal es cero deforestación neta para 2030, debemos avanzar en el reemplazo de bosques. Y esto exige una acción articulada con los gobiernos de las provincias", destaca Cristina Leme Lopes. El reemplazo forestal está regulado en nivel federal y en nivel provincial por el Código Forestal y las leyes forestales de las provincias.
Como vía para la innovación, se sugieren acuerdos de gestión más modernos para los gobiernos estatales, como externalizar la gestión a una organización especializada y promover nuevas estructuras financieras que incluyan distintas fuentes de financiamiento, como el financiamiento mixto. "Si los fondos recaudados se gestionan y orientan bien, permitirán ampliar los proyectos de restauración y recuperar zonas prioritarias para la conservación", afirma Cristina.
El estudio "Oportunidades y desafíos para la reposición forestal en la Amazonia y el Cerrado" se desarrolló como parte de un programa más amplio, que se está llevando a cabo con el apoyo del Fondo de Innovación de la Tierra, cuyo objetivo es aprovechar el instrumento de reemplazo financiero del Código Forestal Brasileño, creando condiciones para la apertura de corredores ecológicos y la protección de áreas prioritarias para la conservación, fomentando la producción agrícola sin deforestación ni conversión de la vegetación nativa.
"El proyecto llevado a cabo por Climate Policy Initiative con el apoyo del Land Innovation Fund reitera la importancia de mejorar, implementar o calificar políticas públicas con fines de conservación y restauración ambiental, y reafirma nuestro compromiso de fomentar soluciones de innovación para una agricultura sostenible y libre de deforestación, alineada con la agenda ambiental y climática internacional", dice Ashley Valle, directora del Land Innovation Fund.