Tres países, un solo bioma y el objetivo común de estimular el desarrollo sostenible en la región del Gran Chaco
Evento marca la culminación del proyecto de creación de una plataforma de diálogo multisectorial llevada a cabo por Solidaridad con el apoyo del Land Innovation Fund en el Gran Chaco.
Uno de los biomas prioritarios para el Land Innovation Fund, junto con el Cerrado y la Amazonía, el Chaco es un hotspot de deforestación global: desde la década de 1990 y especialmente después del año 2000, la mayor selva tropical seca de América ha sufrido una de las tasas de deforestación más altas del mundo debido a la creciente presión para convertir ecosistemas naturales en tierras agrícolas, especialmente, para la ganadería y el cultivo de soja. Los desafíos y prioridades para un desarrollo agrícola integrado y responsable en la región fueron tema del encuentro multisectorial por la soja sostenible organizado por Solidaridad el pasado 24 de noviembre. El evento marcó la culminación del proyecto de desarrollo y fortalecimiento de una plataforma de diálogos entre diferentes actores y sectores de la sociedad en favor de una agenda regional positiva para la soja en el Gran Chaco, implementada por Solidaridad con el apoyo del Land Innovation Fund.
Cubriendo una región de aproximadamente 850.000 km², en áreas de Paraguay, Bolivia, Argentina y una pequeña parte de Brasil, al sur del Pantanal (9.000 km²) el Gran Chaco es una de las regiones de mayor diversidad ambiental y biológica del planeta. Por otro lado, desde la década de 1990 y, especialmente, después del año 2000, el bioma ha experimentado una de las tasas de deforestación más altas del mundo -más de 29 mil kilómetros de vegetación nativa entre 2010 y 2018, y otros 142 mil km entre 1985 y 2013, según datos de NASA- debido a la expansión de la frontera agrícola provocada por la alta demanda de commodities como la soja en el mercado internacional.
A pesar de compartir el mismo territorio y una cultura común, Argentina, Bolivia y Paraguay poseen legislaciones propias que impactan la producción y conservación del Gran Chaco de diferentes formas. A lo largo de 2021, representantes de los sectores público, privado y productivo de los tres países participaron en una serie de reuniones multisectoriales, organizadas por Solidaridad para discutir sobre soluciones de planificación y gestión de recursos naturales para los tres países, con el fin de contribuir a una cadena de producción de soja libre de deforestación en el bioma.
"El proyecto de implementación y fortalecimiento de plataformas multisectoriales conducido por Solidaridad en Argentina, Bolivia y Paraguay contribuye a la creación de un panorama de innovación para la sostenibilidad en nivel regional, con espacio para el diálogo y la integración entre los diversos actores de la cadena de soja y la posibilidad de construir un portafolio de soluciones complementarias para la conservación ambiental y la producción agrícola responsable. Además, la iniciativa refuerza el compromiso del Land Innovation Fund en estimular el debate de temas prioritarios para la agenda internacional en favor del fin de la deforestación y la conversión de la vegetación nativa", dice el director del Land Innovation Fund, Carlos E. Quintela.
En Argentina, las reuniones destacaron la importancia de fortalecer las capacidades gubernamentales en el monitoreo de la Ley de Bosques y la necesidad de implementar herramientas tecnológicas para el cumplimiento de la legislación, como el sistema de monitoreo territorial VISOR. En Bolivia, la atención se centró en el fortalecimiento de las instituciones públicas y de la sociedad civil en la mejora de las políticas de uso de la tierra y ordenamiento territorial, y en el desarrollo de herramientas para mejorar el monitoreo ambiental y la digitalización de procedimientos de acceso a las licencias ambientales. En Paraguay, donde el cultivo de soja está comenzando a expandirse, los diálogos apoyaron la planificación estratégica de la Asociación de Productores Agrícolas por un Chaco Sostenible (APACS), promoviendo y fomentando la innovación tecnológica y organizacional para el desarrollo rural. En el país, la propuesta es reforzar el potencial positivo del grano para la economía local, incorporándolo a la agenda sostenible y cultivándolo principalmente en áreas de pastizales degradados, como actividad complementaria a la ganadería y en la rotación con otros cultivos. Como acción transversal y complementaria, también se realizó un mapeo de género en el sector agrícola en Argentina y Bolivia con el objetivo de promover actividades de capacitación y fortalecimiento de la inserción de las mujeres en todos los eslabones de la cadena productiva de la región.
Con el proyecto de plataforma multisectorial, Solidaridad y Land Innovation Fund avanzan en la construcción de una agenda de alcance regional y en convergencia con la agenda global para una agricultura sostenible, libre de deforestación y conversión de vegetación nativa. Como legado, existe el desafío de seguir pensando en una producción sostenible basada en un consenso que involucre el cumplimiento legal y regulatorio; la responsabilidad ambiental y laboral; el respeto a las comunidades locales; la viabilidad e inclusión económica para la región", dice Agustín Mascotena, gerente de programas de Solidaridad Argentina y Bolivia.
SOBRE EL LAND INNOVATION FUND:
El Land Innovation Fund trabaja con socios estratégicos en Argentina, Bolivia, Brasil, Paraguay y Uruguay por medio de financiación, asistencia técnica y creación de asociaciones que garanticen que la soja utilizada en la región se produzca de manera responsable. El Land Innovation Fund apoya innovaciones que generan el aumento de la productividad por medio de prácticas sostenibles, mecanismos y enfoques que alientan a los productores a conservar y restaurar los bosques y vegetaciones nativas y acciones capaces de movilizar redes y recursos en favor de la transformación de la cadena de producción de soja.
Solidaridad es una organización internacional sin ánimo de lucro con más de 50 años de experiencia y presencia en más de 40 países en el desarrollo de cadenas de valor socialmente inclusivas, ambientalmente responsables y económicamente rentables en los campos de la agropecuaria y la minería artesanal. Busca acelerar la transición hacia una producción inclusiva y baja en carbono, contribuyendo a la seguridad alimentaria y climática del país y del mundo. Promueve asociaciones y soluciones innovadoras juntamente con gobiernos, organizaciones, cooperativas y empresas para apoyar a los agricultores y ganaderos a producir más y mejor, y reducir el impacto climático de la producción de alimentos. Su misión es garantizar la transición a una economía sostenible e inclusiva que maximice el beneficio para las personas y el planeta.