Nueva ronda de mesas de diálogo multi-stakeholder para debatir protocolos para una soja sostenible en Bolívia y Paraguay
Encuentros organizados por Solidaridad Latinoamericana debaten soluciones para el desarrollo agrícola sostenible en el Gran Chaco.
Los pasados días 24 de mayo y 7 de junio se realizaron en Bolivia y Paraguay respectivamente, las segundas reuniones en el marco del proyecto “Mesa de Soja Sostenible, defendiendo en conjunto la producción de soja sostenible en el Gran Chaco”.
El objetivo de este proyecto, que inició en 2022, es desarrollar a partir del diálogo protocolos para un cultivo de soja sostenible en el bioma chaqueño. Asimismo, se espera que estos protocolos incluyan referencias a políticas públicas, sistemas de monitoreo, y herramientas de verificación y gobernanza.
El proyecto, que es liderado por Solidaridad, hace parte del portafolio del Land Innovation Fund (LIF), y cuenta con la coordinación de la Asociación de Productores de Oleaginosas y Trigo (Anapo) en Bolivia, y de la Asociación de Productores Agropecuarios para un Chaco Sustentable (APACS) en Paraguay.
Representando el sector
En ambos países el objetivo es contar con una representación amplia de los sectores (industria, producción, sociedad civil, academia, investigación y gobierno), que aporten a los diálogos y construcción de consenso, sus puntos de vista, experiencia y representen cabalmente los intereses de su sector. En instancias posteriores los consensos de estos grupos participantes se buscarán validar con universos más amplios dentro de sus sectores y terceros para hacer los ajustes que correspondan.
Además se hace foco en la participación del sector de la tecnología e innovación, ya sea con empresas puramente del sector como así también con otras organizaciones públicas y privadas que aporten o construyan herramientas que faciliten la verificación de los consensos alcanzados.
Los participantes de la reunión en Bolivia fueran la Associação Nacional Avicultores Produtores de Ovos (ANAPO), Grupos CREA, la Cámara Agropecuaria del Oriente (CAO), la Cámara Nacional de Industrias Oleaginosas de Bolivia (CANIOB), Alicorp, Cargill, Industrias Oleaginosas S.A, Prolega/Intagro, el Banco FIE, Capital SAFI, Bioscience, Canavalia, Fundación Proimpa, Ucrop.it., Trase, Conservation Strategy Fund (CSF), la Fundación Amigos de la Naturaleza, la Fundación Avina, la Fundación para la Conservación del Bosque Chiquitano (FCBC), la Fundación PROFIN, la Fundación Valles, WWF, la Universidad Autónoma Gabriel René Moreno y la Embajada Británica.
En Paraguay, estuvieran presentes el Ministerio del Ambiente (MADES), del Servicio Nacional de Calidad y Sanidad Vegetal y de Semillas (SENAVE), Instituto Paraguayo de Tecnología (IPTA), la Cámara Paraguaya de Procesadores de Oleaginosas y Cereales (CAPPRO), la Cámara Paraguaya de Exportadores y Comercializadores de Cereales y Oleaginosas (CAPECO), ADM, Cargill, Louis Dreyfus, Sistemas Electrónicos del Paraguay (SEPSA), Ucrop.it., la Facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad Nacional de Asunción, Food Systems Land Use and Restoration (FOLUR), Tropical Forest Alliance (TFA), y WWF.
Qué necesita un protocolo de soja sostenible?
Las reuniones tuvieron como eje avanzar hacia el desarrollo de un protocolo nacional, en el caso de Bolivia, y regional en el caso de Paraguay, que promueva la sostenibilidad en el cultivo de soja.
Para ello, se expusieron algunos puntos de base para la construcción de un protocolo de soja sostenible y se profundizó sobre las definiciones existentes de los estándares de sustentabilidad existentes y no siempre adaptados a las realidades de los países y regiones en foco.
Luego, se invitó a los participantes a que, en mesas de trabajo y plenarias grupales, debatan y dialoguen sobre los componentes en términos económicos, sociales y ambientales indispensables para el desarrollo de una definición de soja sostenible en Bolivia y en el Chaco paraguayo.
Dentro de los principales puntos abordados se destacaron aspectos normativos, institucionales, ambientales, financieros, tecnológicos, productivos y de derechos humanos dentro de los cuales se resaltó: la incorporación de todos los actores de la cadena, la implementación de normativas acordes al contexto de los productores, la promoción de alianzas público-privadas, los incentivos para las buenas prácticas agrícolas alineadas con la preservación del medio ambiente y la responsabilidad social, el acceso a la información y la incorporación de tecnologías y herramientas innovadoras que garanticen la trazabilidad del cultivo de la soja y promuevan soluciones climáticamente inteligentes.
“Es muy gratificante ver el grado de interés que despierta la agenda de la sostenibilidad en Bolivia sumando cada vez más participantes de peso y vasta experiencia a la convocatoria de la Mesa y el proyecto; y es un gran desafío acompañar el desarrollo de la soja en el Chaco paraguayo con una agenda positiva para un cultivo que tiene el potencial de tener un papel fundamental en la regeneración de suelos, respetando la legislación y teniendo en cuenta las oportunidades de mercados actuales y futuros”, declaró Agistín Mascotena, gerente de Solidaridad para Argentina, Bolivia y Paraguay.
En el marco de la continuidad de las reuniones esperamos en los próximos meses profundizar el intercambio y desarrollo de consensos alcanzados durante estas jornadas de reuniones, hacia la elaboración de protocolos que promuevan la sostenibilidad del cultivo en ambos países.