Pago Por Servicios Ambientales En El Cerrado
Construyendo confianza y oportunidades para una economía sostenible y verde, libre de deforestación, por medio de MRV Digital e IoTrees para pagar por servicios ambientales en propiedades rurales de soja ubicadas en el Cerrado brasileño.
Facilitar el acceso de los productores rurales a diferentes herramientas tecnológicas e instrumentos financieros que permitan el pago por servicios ambientales, generando ingresos adicionales que fomenten la conservación de las áreas nativas, evitando la deforestación y la conversión de nuevas áreas en la cadena de la soja. Esta es la propuesta del proyecto de Treevia, en colaboración con GSS Carbón y Bioinnovación. La iniciativa de innovación se implementará en dos frentes complementarios: el primero apunta al desarrollo de una herramienta de software y hardware que permita la aplicación de metodologías de monitoreo, informes y verificación (MRV), y se basará en la herramienta SmartForest de Treevia, que combina internet de las cosas (IoT), BigData, teledetección, computación en la nube e inteligencia artificial; la segunda fase implica la construcción de instrumentos técnicos, jurídicos y financieros que permitan a los agricultores generar ingresos adicionales para el mantenimiento del bosque en pie, por medio de compensaciones de créditos de carbono.
Ampliamente utilizada para la producción de alimentos, alimentos para animales y como insumo para otros procesos industriales, como la producción del biodiésel y productos farmacéuticos, la soja es el grano más comercializado en el mundo en la actualidad. Brasil es líder mundial en el cultivo y exportación del grano, representando casi el 30% de la producción mundial del producto. El avance de la frontera agrícola hacia las regiones norte y noreste del país, especialmente Matopiba (áreas de las provincias de Maranhão, Tocantins, Piauí y Bahía), apunta a una conversión significativa de la vegetación nativa en áreas de cultivo de granos y pastizales en el bioma Cerrado.
Centrándose en áreas del cerrado de la provincia de Tocantins, el proyecto tiene como objetivo reducir el impacto del cultivo de soja a gran escala en la biodiversidad y en la conversión de la vegetación nativa, actuando simultáneamente sobre la capacidad productiva por hectárea. Dicha solución está estrechamente relacionada con el grado de tecnología utilizada en el campo y con el desarrollo de mecanismos que demuestren al productor que el bosque en pie puede convertirse en una fuente adicional de ingresos, que pueden utilizarse para financiar tecnologías para el cultivo agrícola.